Gastronomía
Tradición en la cocina poblana
Otro de los platillos más tradicionales y endémicos del Estado de Puebla es, sin duda, el de los chiles en nogada. Los ingredientes que se usan para la preparación de este plato son variados, además de ser característicos de la región
En el estado de Puebla, se produce un gran variedad de dulces que destacan por su gran colorido y variedad de sabores, la mayoría creados desde la época virreinal.
Sobre el mole, la leyenda dice que fue creación de sor Andrea de la Asunción, del convento de Santa Rosa en la ciudad de Puebla. Esta monja habría creado el platillo en ocasión de la visita del obispo a su congregación.
La cemita poblana tiene historia propia; es hermana de la torta (inglesa), prima cercana del pambazo (francés), parienta lejana del paste y del emparedado o sandwich
Mole de Caderas (Tehuacán)
Durante varios años la ciudad de Tehuacán ha sido parte de la tradicional “Matanza”, una costumbre que forma parte del patrimonio cultural no sólo de Tehuacán, sino de una buena parte del sureste poblano y de las Mixtecas de otros estados colindantes, como Guerrero y Oaxaca.
Reconocimiento a nivel mundial
Más allá de estos dos platos ampliamente conocidos en México y a nivel mundial, la cocina poblana es muy variada y comparte con otras gastronomías mexicanas el mestizaje de elementos indígenas, españoles y asiáticos, producto de la historia del país. Sólo en la ciudad de Puebla es posible encontrarse con gran cantidad de platillos, desde antojitos como chalupas, cemitas, tortas, tamales de diversos estilos; hasta alta cocina internacional, dulces y bebidas tan particulares como la pasita (que es una bebida a base de Licor de uva pasa que se acompaña con un pedazo de queso y una pasa ensartados en un palillo, única de la Angelópolis).
En toda Puebla, la base de la comida es el maíz, el frijol y el chile, y estos tres elementos se combinan para producir una gran cantidad de platillos, como las enfrijoladas, que se consumen en cualquier localidad poblana. Además de la capital, la cocina poblana se diversifica en cada una de sus regiones, donde incorpora características particulares, según los recursos e ingredientes disponibles. Por ejemplo, el mole de caderas de Tehuacán se prepara en honor del Festival de la Matanza, en que se sacrifican los chivos de los hatos familiares.
En la Mixteca, el repertorio gastronómico incorpora insectos como los cuetlas y los jumiles; cactáceas como la biznaga y la pitaya; frutos tropicales como el zapote negro, y a base de huajes se prepara el huaxmole.78 En el centro del estado se pueden encontrar mixiotes, barbacoa y pulque, todos deudores del maguey; además, está la gran tradición de lácteos de Chipilo, donde los descendientes de los vénetos establecidos en la región continúan produciendo quesos al estilo de Italia.